miércoles, 22 de abril de 2009


El otoño del planeta

En el Día de la Tierra, un homenaje para nuestra Pachamama.

Hace casi medio siglo, en 1962, la bióloga estadounidense Rachel Carson publicó el libro Silent Spring (= Primavera silenciosa). En la primera página colocó unos versos de John Keats, el genial poeta británico quien, a comienzos del siglo XIX, previó el día en que en un jardín no cantarían pájaros. Rachel descubrió en la raíz del mal el empleo de pesticidas, que, luego de usados en la agricultura, envenenaban el agua. La industria química y el gobierno de Estados Unidos la combatieron e insultaron.

Se celebra hoy en todo el mundo el Día de la Tierra. Es asimismo una contribución estadounidense. La ideó en 1970 Gaylord Nelson, entonces senador por Wisconsin.

La Tierra está hoy más amenazada que nunca. El nivel de los mares se eleva debido a que se licuan los hielos de la Antártida. Hay, en Estados Unidos, ríos que se incendian por obra de desechos químicos. Algunos océanos se quedan sin peces y existen ríos donde los pájaros caen muertos, debido a que han engullido peces envenenados por insumos químicos del narcotráfico.

"¡Oh, nieves de antaño!", exclamó el poeta bandido Francois Villon en los días en que nacía la lírica francesa. Lo pueden repetir los ancashinos que en 25 años han visto desaparecer 22% de sus glaciares derretidos por el calentamiento global.

Rachel Carson, esa científica lúcida y valiente, es comprendio que detrás de los daños a la naturaleza estaba la banda de los gobernantes y los capitalistas sin escrúpulos. No se habría sorprendido al enterarse de lo que George W. Bush dijo poco después de asumir la presidencia de su país: "Kioto está muerto". Es decir, el Protocolo que intenta reducir la contaminación atmosférica.
El Perú es un escenario en que se condensan todos los males que amenazan a la Pachamama: la destrucción de los bosques y con ello del humus fecundo de la Amazonía; el envenenamiento de la atmósfera y de los ríos; el derroche del agua; la corrupción política que se colude con los codiciosos enemigos del medio ambiente.




Los italianos Giovanni Sartori y Gianni Mazzoleni publicaron hace seis años el libro La tierra scopia (= La tierra estalla), que editorial Taurus de Argentina ha publicado con el título más bien ambiguo de La tierra explota. En realidad, quienes explotamos a la pobre tierra somos los humanos.

Y somos cada vez más. Sartori recuerda que en el 1500 la Tierra tenía 500 millones de habitantes. En el 2000 llegábamos a 6 000 millones. En el 2050 seremos nueve o diez millones. Una catástrofe nos amenaza.

Rember Yahuarcani, joven y extraordinario pintor huitoto, me dijo un día: "Mi abuelo no conocía la palabra ecología; pero nadie como él sabía defender el medio ambiente". O el mundo retorna a esa primera comunión entre hombre y naturaleza, o desaparece por obra de un sistema salvaje.



César Lévano. "El otoño del planeta". En: La Primera (Lima-Perú), 22.04.09
Imágenes: omco.org, portal.perueduca.edu.pe

martes, 21 de abril de 2009

JUGAR CON LAS PALABRAS

Algunos escritores se jactan de haber "domesticado" y "doblegado" a las palabras, otros de que pueden hacerlas "aullar" y "gemir". El dibujante, artista gráfico y escritor peruano Lorenzo Osores se pregunta si esto es necesario, y si más bien esos comentarios no serán una manifestación del carácter egotista muy típico de la gente de letras. Osores propone que a las palabras hay que tratarlas con "actitud lúdica y un poquito de perversa ternura", y para acercarnos a ellas un buen inicio son los juegos con palíndromos. Disfrutemos de ellos.


A mi modo de ver, no hay juego más divertido con el lenguaje que el palíndromo. Para quienes no conocen su significado, palíndromo es la habilidad de escribir una frase que se pueda leer de izquierda a derecha o viceversa. No es necesario tener talento literario y menos aún la intención de comunicar algo, sean ideas o sentimientos. Tiene el encanto de la gratuidad y la mayoría de estas frases pasa inmediatamente a formar parte del maravilloso mundo del absurdo y el disparate.

El primer palíndromo que leí fue en un libro escolar. Me impresionó mucho por su ingenio y lo larga de la frase: Dábale arroz a la zorra el abad. Años después leí uno muy original y gracioso creado por Julio Cortázar, para mi gusto un palíndromo insuperable por su humor y poesía: Salta Lenin el Atlas.

También Cabrera Infante tiene palíndromos muy buenos. Uno de ellos es el acusete: Anas usó tu auto Susana. Y en tono más clásico y sublime, Juan José Arreola nos sorprende con: Etna da luz azul a Dante. Y yo de puro ocioso, cuando vivía en Pekín, escribí algunos palíndromos un tanto desfachatados: Onam usa su mano y su variante castellana Onán es enano. Y para un amigo gay que se hacía el sueco: Olaf le ama el falo.

Amigo escritor, no les pegue a las palabras, no las trate de domar como si fueran animales de circo, juegue con ellas y, para relajarse antes de escribir en serio, intente un palíndromo. No importa si no le sale perfecto, la gracia es lo que vale. El imperativo Salgan nalgas es un buen ejemplo.



Lorenzo Osores. "A las palabras con cariño". En El Dominical (suplemento de El Comercio), Lima-Perú, 18.11.08


Imagen: 1entodaspartes.blogspot.com


viernes, 17 de abril de 2009


¿Por qué los nombres propios se escriben con la inicial mayúscula?

La revista Muy interesante nos ilustra acerca del origen del uso de las mayúsculas.



En la época clásica todo se escribía con mayúsculas. La minúscula es un invento basado en la letra carolina de la época de Carlo Magno, que nació por la necesidad de crear un alfabeto fácil de leer y escribir. Entonces se pasó a escribir en minúscula, pero se mantuvo la mayúscula para encabezar algunas palabras; en alemán, todos los sustantivos, mientras que en español y otras lenguas romances, solo los nombres propios.

Esta convención data del siglo XII, cuando la mayúscula marcaba el inicio de un capítulo o párrafo y facilitaba la identificación de las personas citadas en transacciones y documentos. En el siglo XV, con el humanismo, el uso de la capitular se impuso para distinguir los nombres propios de los comunes iguales.



Tomado de: muyinteresante.com

Imagen: monteben.com

lunes, 13 de abril de 2009


ROJO Y NEGRO

Considerada una de las más grandes novelas de la literatura universal, Rojo y Negro (Le rouge et le noir) de Stendhal es, a la par que una novela social, una crónica histórica, y también un reflejo de la conciencia y las emociones de sus personajes. Y es esto último lo que le ha valido para ser considerada como la primera gran novela psicológica. A continuación presentamos un breve estudio acerca de Rojo y Negro y una selección de sus mejores frases.



El autor adaptó un suceso real como esquema de su narración: el proceso de Antoine Berthet, referido en la Gazette des Tribunaux, era la historia de un hombre acusado y posteriormente guillotinado por disparar contra la mujer que había sido su benefactora y amante. Stendhal se sirvió de este proceso para poner de manifiesto el conflicto entre el individuo enérgico, voluntarioso, y las rígidas instituciones sociales.

El título de la obra responde a un doble significado simbólico e histórico: mientras que el rojo simboliza los valores encarnados por el uniforme militar francés de las tropas napoleónicas, el negro se relaciona con el hábito sacerdotal, emblema de los tiempos de la Restauración; por tanto, el conflicto se dirime entre los valores liberales y las fuerzas reaccionarias. La novela, subtitulada Crónica del siglo XIX, está articulada a partir de una estructura binaria y antitética: dos colores, dos partes, dos mujeres, dos ciudades...

Stendhal definió Rojo y negro como una crónica de las costumbres de la sociedad francesa bajo la Restauración borbónica. Definición modesta si se tiene en cuenta que el escritor utiliza la novela como medio para ilustrar y desarrollar su ideal estilístico, sus más caras creencias, ideas políticas, morales y psicológicas. Stendhal impone a su obra un estilo seco, elíptico, de una desnudez expresiva muy alejada del hiperbólico lenguaje romántico, aun sabiendo que con esa austeridad, que él llama "naturalidad", se ganará la desaprobación de los lectores y la crítica de su época. También impone, por encima de su obra, la mirada de un narrador -heredero de la tradición moralista del siglo XVIII- que toma parte activa, se inmiscuye, critica e ironiza a costa de los personajes, atendiendo a la creencia de que el escritor debe hacerse próximo al lector, debe mostrarse cómplice, aunque sea con unas pocas almas privilegiadas a las que denomina los "happy few".

En cuanto a su ideal novelístico, Stendhal definió el género como "un espejo que se pasea a lo largo de un camino", lo cual, en su caso, no implica el reflejo minucioso de la realidad, sino una selección de los detalles más importantes de la historia capaces de incidir en los personajes y transformarlos. Pero la intención última del novelista es la de influir sobre una sociedad que desprecia y a la que contrapone su modelo de acción y energía, personificado por sus protagonistas. De ahí que el retrato de ese héroe insumiso que lucha contra la "Francia grave, moral y triste que nos han legado los jesuitas, la Congregación y el gobierno de los Borbones"; una sociedad, en definitiva, incapaz de aceptar que un hijo de carpintero pueda llegar a ser general.

Julián Sorel, en ese sentido, es la encarnación de la noción de energía y capacidad de actuación que se ha dado en llamar beylismo (...). Julián no es solo el prototipo de Tartufo y arribista al que lo redujo la visión simplista de su época, sino un ser en conflicto con la sociedad y consigo mismo. Un carácter romántico y rousseauniano, ansioso de heroismos complicados, que se autoimpone como deber el aprendizaje de la hipocresía como único medio para triunfar sobre ésta.


Enciclopedia Salvat (2004). Volumen 17, p. 13518



"... Julián estaba leyendo. Nada había que pudiera serle más antipático al viejo Sorel: hubiera perdonado incluso a Julián su delgado talle, poco apropiado para trabajos de fuerza y tan diferente del de sus hermanos, pero aquella manía de lectura le resultaba odiosa. El no sabía leer".


"La tiranía de la opinión, ¡y qué opinión!, es tan estúpida en las pequeñas ciudades de Francia como en Estados Unidos de América".


"Es tal el efecto del encanto, cuando éste es algo natural y la persona que lo posee lo ignora..."


"Si pensáis ampararos en los hombres que tienen el poder, vuestra condenación eterna está asegurada".

"A los veinte años, la idea del mundo y del efecto que en él pueda producirse es más fuerte que todo lo demás".

"No hay en mí verdadera firmeza (...). No soy de la madera con que se hacen los grandes hombres, puesto que tengo miedo de que ocho años pasados en procurarme el pan me quiten esa energía sublime que impulsa a realizar cosas extraordinarias".

"La pureza del alma, la ausencia de emociones rencorosas prolongan sin duda la duración de la juventud. La fisonomía es la que envejece primero en la mayoría de las mujeres bonitas".


"A los veinte años, el alma de un hombre joven está muy lejos de dejarse llevar, sin lo cual, el amor se convierte en el más aburrido de los deberes".


"Una joven coqueta que ama pronto, se acostumbra a la turbación del amor; cuando llega a la edad de la verdadera pasión, falta el encanto de la novedad".


"No se puede amar sin igualdad".


"Se encontraba en un estado peculiar en que cae el alma cuando acaba de obtener lo que durante mucho tiempo deseó. Está acostumbrada a desear, no encuentra ya nada que desear y, sin embargo, aún carece de recuerdos".


"... la diferencia de edad es, después de la fortuna, uno de los más grandes lugares comunes de los chistes de provincia, en cuanto de cuestiones de amor se trata".


"El aburrimiento de la vida matrimonial hace que el amor perezca, cuando ha precedido al matrimonio".





"¿Sería posible que aquellos sacerdotes tan bellacos... tuviesen razón? ¿Ellos que cometen tantos pecados, tendrán el privilegio de conocer la verdadera teoría del pecado?"


"Había demasiado orgullo, demasiado aburrimiento en el fondo del carácter de los dueños de la casa, estaban tan acostumbrados a ofender para quitarse de encima el aburrimiento que no podían pretender tener verdaderos amigos".

"Un hombre, ¿tiene mérito a vuestros ojos?; ponedle obstáculos a todo lo que desea y a todo lo que emprende. Si el mérito es real, sabrá derribar o vencer los obstáculos".

"La hipocresía, para ser útil, debe disimularse".


"La justicia le da miedo a todos".


"Una hermosa mujer de gran mundo es, según aseguran, lo que más sorprende a un campesino inteligente, cuando llega a las primeras clases de la sociedad".


"Seguramente el amor cerebral posee más ingenio que el verdadero amor pero, en cambio, muchos menos momentos de entusiasmo. Se conoce demasiado bien, se juzga sin cesar. Lejos de dejar extraviarse al pensamiento, se edifica sobre el pensamiento".

"Sepamos a quién debemos aplastar. Por un lado, a los periodistas, a los electores, a la opinión pública en una palabra: a la juventud y todo lo que ésta admira. Mientras se distraen con el ruido de sus palabras huecas, nosotros tendremos la ventaja cierta de consumir el presupuesto".

"... el amor propio se desliza incluso en los corazones que sirven de templo a la más augusta virtud...".


"No hay verdadera mirada si no hay intercambio de miradas; la mirada debe convertirse en lenguaje, si no, no es nada".

"... las pasiones no son más que un accidente en la vida, aunque ese accidente solo se da en almas superiores".
"La memoria es como la valentía militar, no admite hipocresía".


"... una revolución solo es sangrienta en proporción exacta a la atrocidad de los abusos que viene a desarraigar".

"Una mosca efímera nace a las nueve de la mañana en los días de verano, para morir a las cinco de la tarde; ¿cómo podrá comprender la palabra noche?



Imágenes: trapoviejo.blogspot.com, librerialuces.com, tell.cl

miércoles, 8 de abril de 2009


FAUSTO (I)


Personaje de la leyenda alemana que vende su alma al diablo. Apareció por vez primera en la literatura con la Historia von D. Johann Fausten, obra impresa en Frankfurt por Johann Spies en 1587. De autor desconocido, el libro surgió en una época en que la vida religiosa alemana se hallaba dominada por la figura de Martín Lutero. El tema del pacto con el diablo (personificado en Mefistófeles), relacionado con la figura del alquimista histórico (insaciable especulador y experimentador) que adquiere así la codiciada juventud, la sabiduría y unos acrecentados poderes mágicos, constituiría el núcleo central de las subsiguientes elaboraciones literarias. De Alemania pasó la leyenda a Inglaterra, y Ch. Marlowe compuso el drama The Tragical History of Doctor Faustus (1604), que transmuta la condenación de una criatura depravada en la caída de Prometeo. En el s. XVIII el personaje se transforma en protagonista de espectáculos de marionetas (Faustpuppenspiele) y no vuelve a adquirir su primitiva consistencia literaria hasta el fragmento dramático que Lessing titula Doktor Faust (1759). En éste, el personaje es salvado y participa en una burla de que el cielo hace objeto a los poderes infernales. En 1808 produjo Goethe su primer Faust, no completado hasta el año de su propia muerte, es decir, en 1832. El Fausto de Goethe solo se redimirá por amor: la intervención de Margarita, víctima de su pasión pecaminosa, asegurará su salvación, unificándose los temas centrales del anhelo perenne y del eterno femenino.

Enciclopedia Salvat (2004). Volumen 8, p. 5962




A continuación, una primera selección de las mejores frases del Fausto de Goethe.

"... nunca haréis que el alma llegue al alma
si no es del alma misma de donde os sale"


"El dios que anida en mi pecho
puede hacerme vibrar interiormente..."


"¡Maldita sea ante todo la alta opinión
con la que el espíritu a sí mismo se envuelve!
¡Maldito el esplendor de la apariencia
que trata de asaltar nuestros sentidos!
¡Maldito lo que en sueños nos seduce,
ilusiones de gloria y de la fama!
¡Maldito todo cuanto nos halaga
por ser propiedad: hijo, arado y siervo!
¡Maldito ese supremo favor del amor!
¡Malditas la fe y la esperanza,
y maldita sobre todo la paciencia!"


"¡Feliz del hombre que candorosamente la lealtad lleve en su pecho,
pues no habrá de lamentar sacrificio alguno"






"Gris, caro amigo, es toda teoría,
y verde el dorado árbol de la vida"


"... vivir sabrás en cuanto en ti confíes"


"... la fuerza es débil, tan solo las ganas son grandes"


"... aquello que se llama inteligencia
es con frecuencia petulancia y estrechez de miras"


"... humildad y sencillez son los más preciados dones
de la amorosa y pródiga naturaleza"


"Nadie abraza firmemente lo deseado
sin añorar locamente otros deseos..."


"... poderosa es la ley, pero más poderosa aún es la necesidad"


"¡Oh, juventud, juventud! ¿No serás nunca
amiga de la medida?
¡Oh, majestad, majestad! ¿No serás nunca
tan razonable como todopoderosa?"





Imágenes: eduardoriol.com

viernes, 3 de abril de 2009

Astronomía en "La Odisea"

Un físico y un astrónomo sitúan cronológicamente los relatos descritos por el poeta griego Homero en La Odisea gracias a un eclipse total de sol citado en el texto.




En cierto momento de La Odisea, el célebre poema épico atribuido a Homero, el profeta Teoclímeno realiza un memorable discurso anunciando la matanza de los pretendientes de Penélope, la esposa de Ulises, que concluye con esta frase: "El sol ha sido expurgado del cielo, y una desdichada oscuridad invade el mundo".  Los científicos Marcelo O. Magnasco, director del Laboratorio de Física Matemática de la Fundación Rockefeller, y Constantino Baikouzis, del Observatorio Astronómico de La Plata (Argentina), están convencidos de que Homero hace alusión a un eclipse total de sol al que acaban de poner fecha: 16 de abril del año 1178 antes de Cristo.  Los detalles se publican en la revista Proceedings of the National Academy Sciences (PNAS).

La datación ha sido posible gracias a varias "pistas celestiales" proporcionadas por Homero en su narración.  Por ejemplo, describe que seis días antes Venus tenía un resplandor inusual.  Además, Homero sugiere que 33 días antes de la llegada de Ulises , el planeta Mercurio (llamado entonces Hermes) estaba alto al amanecer.  Por si esto fuera poco, el día de la matanza era noche de Luna nueva, un requisito imprescindible para el eclipse total solar.

La investigación reabre el debate sobre si los hechos narrados en La Odisea ocurrieron realmente.  Según Magnasco, la confirmación podría implicar que el resto del relato "cuenta exactamente lo que sucedió".  Aunque el investigador asegura que le basta con saber que ahora "algunas personas podrán leer La Odisea de una manera diferente y analizarla como si hubiera fechas reales en ella".


Tomado de: muyinteresante.es
Imagen: jccm.es

Mentiras en la literatura


Ya sea por ganar dinero, gloria inmerecida o meramente para burlarse de la cultura, la historia de la literatura está teñida de grandes engaños públicos, algunos tan bien elaborados que en ocasiones han tomado varios siglos destapar. Estos son algunos de los mejores timos literarios de la historia.



Acaso el más grande timo literario de la historia lo condujo Jean-Baptiste Poquelin, Molière, a mediados del siglo XVII. El caso fue estudiado al detalle por el escritor francés Denis Boissier, quien en 2004 publicó El caso Molière, libro que se hizo famoso mundialmente porque sustenta que El tartufo, El avaro y El misántropo, entre otras comedias, no habían sido escritas por Poquelin, sino por su contemporáneo Pierre Corneille. Basándose en un escrupuloso estudio, Boissier desenmarañó algunas circunstancias no muy claras en la biografía de Molière y estableció que el fraude era evidente. Meses después, luego de un análisis de discursos, Dominique Labbé, profesor del Instituto de Estudios Políticos de Grenoble, concluyó que "el 99.9 por ciento de al menos 16 piezas de Molière fueron escritas por Corneille". Molière deberìa ser considerado el rey de las trampas literarias.


Otra exquisita tomadura de pelo fue engendrada por el humanista escocés James MacPherson en 1760. MacPherson alegó haber descubierto y traducido un enorme texto en gaélico de ochenta mil versos, acerca de Ossian, legendario guerrero y poeta celta del siglo III antes de Cristo, hijo del héroe irlandés Finn Mac Cumhail. En realidad, toda la epopeya era falsa y, al parecer, MacPherson terminó muy deprimido cuando lo despojaron de su máscara, tras una larga y penosa polémica entre expertos en literatura gaélica. Sin embargo, su texto dejó una inmejorable impresión en los autores románticos, como Byron o Goethe. El joven Werther, célebre personaje de Goethe, escribe en su diario el 12 de octubre de 1772: "Ossian ha suplantado a Homero en mi corazón. ¡Oh, qué mundo ese en el que tan magnífico poeta me introduce!".

La Inglaterra del siglo XVII consignó otros dos casos de asombrosa equivalencia. Uno fue el de Thomas Chatterton, prodigioso adolescente que en 1769 publicó poemas fraguados que atribuyó a un monje del siglo XV. Al descubrirse el engaño, Chatterton se suicidó días antes de cumplir los 18 años, sin saber que había ganado la inmortalidad literaria como el "muchacho maravilla" del romanticismo.


El segundo caso lo preparó William Henry Ireland, hijo de un ilustrado anticuario que siempre lo tomó como un chiquillo bueno para nada. A fin de impresionar a su padre, Ireland inventó cartas y documentos legales de William Shakespeare, que, para su suerte, fueron autenticados por peritos grafológicos en 1795. Ireland continuó con sus engaños fraguando los manuscritos de Hamlet y Rey Lear (a los que prescindió de versos que consideraba medianos), y "desenterrando" una pieza desconocida hasta entonces, Vortigern y Rowena. A poco de estrenarse esta obra en el Teatro Drury Lane, Edmond Malone, experto en la obra de Shakespeare, publicó una investigación que prontamente desbarató el timo. En este punto la vida de Ireland dio un vuelco inusitado: el propio Malone adquirió gran parte de sus documentos falsos y otros admiradores del genio de Stratford-upon-Avon siguieron ese camino. Ireland, que no deseaba desairar a ningún comprador, vendió todo lo que pudo, incluso falsificaciones de sus falsificaciones iniciales. Su labor de entonces fue tan prolífica que en nuestros días se conservan siete copias de Vortigern y Rowena, y nadie sabe con exactitud cuál es la verdadera.

¿Qué diferencia hay entre un plagio y un fraude? Por definición, un plagio es una copia sustancial de una obra ajena, que se atribuye como propia. Un plagio notorio y reciente es que se le hace cargo al escritor Alfredo Bryce, quien habría copiado ensayos y artículos periodísticos de cuando menos treinta autores, sobre todo españoles. Un fraude, por el contrario, no se encarga de copiar, sino de elaborar o fabricar algo falso, que en el ámbito de lo literario sería un texto. Salvo por excepciones como la de Molière, habitualmente quien comete un fraude no busca figuración artística. Sus más grandes aspiraciones son más bien terrenales y poco elegantes: el dinero y el escarnio.

Sobre esta última pretensión se pueden mencionar dos ejemplos, no necesariamente ligados a las ficciones literarias. El primero fue planeado por Max Aub, quien en 1958 publicó un libro biográfico sobre el inexistente pintor mexicano Jusep Torres Campalans, precursos del cubismo. Muchos diarios comentaron sus pinturas, insertas a manera de dossier en el libro, que en realidad habían sido creadas en sus ratos de ocio por el propio Aub, con ayuda de su nieto.


Cuarenta años después, en 1998, el novelista escocés William Boyd se las ingenió para burlarse de buena parte de la comunidad artística de Nueva York. Tras la publicación de una biografía falsa (Nat Tate. An American Artist, 1929-1960), Boyd organizó una fiesta de presentación en casa del escultor Jeff Koons, en Manhattan. Allí contó con numerosos y afamados compinches (Gore Vidal fue uno de ellos), que declararon haber conocido a Nat Tate y guardar respeto por su obra (que, por cierto, nadie había visto). Un periodista del rotativo británico The Independent, por desgracia poco afecto a las bromas, descubrió el complot al escuchar accidentalmente una conversación reveladora, de modo que Boyd se vio obligado a confesar su travesura, días antes de consumar una segunda fiesta en Londres.

En ciudad de México, en 2000, diversos diarios publicaron el poema "La marioneta de trapo", que adjudicaban a un Gabriel García Márquez próximo a la muerte, deseoso por despedirse de sus amigos y lectores. El poema iba de esta forma: "Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida (...)/ Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan./ Dormiría poco y soñaría más". El autor de Cien años de soledad, tomando el embuste con muy buen humor, declaró: "Lo que me mata es que crean que escribo así (...). El poema es tan malo que no vale la pena desmentirlo".



Jorge Luis Borges, en cambio, no tuvo tiempo de desmentir nada. A él le imputaron el poema "Instantes", que comenzaba con estos ya famosos versos: "Si pudiera vivir nuevamente mi vida/ en la próxima trataría de cometer más errores./ No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más". Una divertida similitud de "La marioneta de trapo" con "Instantes" radica en el interés de sus autores por los helados. Así como en el primero se pretende uno de chocolate, en el segundo se dice: "Comería más helados y menos habas". "Instantes" había sido publicado inicialmente en The Reader's Digest, en setiembre de 1953, por el caricaturista estadounidense Don Herold, y no se sabe por qué malabares se relacionó con Borges. María Kodama, viuda del escritor, llegó a decir que si Borges hubiese escrito algún adefesio semejante a "Instantes", nunca se le habría cruzado en mente casarse con él.





Bondy, Juan Carlos. "Mentiras en la literatura". En Primera Semana (suplemento dominical de La Primera, Lima-Perú), 15.06.2008

Imágenes: nndb.com, upload.wikimedia.org, taringa.net, biografiasyvidas.com

jueves, 2 de abril de 2009



¿Por qué Cervantes llamó Don Quijote a su hidalgo?


Presentamos una interesante investigación aparecida en la revista Muy Interesante acerca del nombre de la más grande obra de la literatura en lengua castellana.


¿Qué significa el nombre de Don Quijote y por qué lo escogió Cervantes para el protagonista de su más famosa novela? Durante muchos años los académicos han discutido acerca de su origen sin llegar a una conclusión definitiva. Ahora, un nuevo estudio realizado por un investigador de la Universidad Central de Washington apunta nada menos que a Homero como origen del nombre del ingenioso hidalgo.


Entre 2003 y 2005, los investigadores Carroll B. Johnson y el español Alfredo Baras Escolá tuvieron una serie de intercambios de impresiones acerca de qué significaba la palabra "quijote". El análisis de Johnson refería al origen semítico de la palabra (una derivación de la voz árabe kisa, que significa capa o manta), mientras que Baras pensaba que el nombre del universal hidalgo había sido puesto por Cervantes apuntando a la pieza de la armadura que cubre el muslo. La definición dada por Covarrubias en 1611 refuerza esta última teoría: "Quixote: En el arnés las piezas que cubren los muslos, quasi cuxotes, de cuxa en italiano, que vale muslo (sic)".


Según afirma ahora Eric Mayer en el último número del Bulletin of the Cervantes Society of America, la segunda propuesta podría ser acertada. A esa conclusión ha llegado tras estudiar a fondo la Etiópica de Heliodoro, un libro muy leído en su traducción del Siglo de Oro y que ejerció una cierta influencia en Cervantes y otros contemporáneos suyos como Calderón o Lope de Vega. En concreto, dice Mayer, la relación entre Don Quijote, Homero y la palabra muslo aparece en el tercer volumen de Etiópica, donde el narrador Calasiris cuenta que Homero tenía una pierna llena de vello como consecuencia de la relación incestuosa de su madre con el dios Mercurio y que después "andando por muchas tierras [...] cantando su poesía, ganó el nombre de Homero, porque sin decir él ni descubrir su propio nombre ni su patria ni su linaje, los que sabían aquella señal de su muslo se la dieron por propio nombre".




Tomado de: muy interesante.es