lunes, 1 de agosto de 2011


Football, fútbol, soccer (V)

Pecados capitales del fútbol


El fútbol, pasión de multitudes, lleva las debilidades humanas hasta el extravío. Aquí, solo uno de los pecados capitales que es capaz de desatar.







CODICIA: el efecto colateral a la prosperidad del balón. El hijo de Pelé, Edinho, un guardameta regular del club Santos en los años noventa, quiso jugar en otras grandes ligas y terminó preso por lavado de dinero. La policía antinarcóticos de Brasil estuvo escuchando sus conversaciones durante ocho meses antes de arrestarlo. En una de esas charlas, Edinho habría dicho a su interlocutor, un presunto narcotraficante, algo como: "usted coloca el dinero y yo coloco el nombre de mi padre". El Rey Pelé lloró al enterarse de las andanzas de su hijo. La codicia es democrática, como todos los vicios. En las elecciones para la presidencia de la FIFA en 1998 hubo varias manos rotas que cambiaron el destino del fútbol. "Tengo pruebas de que por lo menos veinte votos fueron comprados y pasaron de Lennart Johanson al que luego ganaría las elecciones", escribe David Yallop. El ganador fue Joseph Blatter, entonces secretario general de la organización y delfín de Havelange. El encargado de mover las piezas entre los votantes habría sido Mohamed Bin Hamman, delegado de Qatar. "Cuando no podía persuadirlos verbalmente, lo hacía por medio de un cheque por 50 mil dólares", dice Yallop. Blatter y la FIFA negaron los hechos. La codicia de la gloria es el mejor estímulo para la generosidad de los gobernantes: en abril del 2002 el ministro de Defensa de Costa de Marfil regaló dinero y mucho trago a numerosos brujos para atraer la suerte. El equipo clasificó al Mundial. Pero ese mismo año, el general golpista Robert Guei mandó presos a los jugadores que habían sido eliminados de la Copa Africana de Naciones en la primera ronda. "Despojó a los jugadores de sus pasaportes y teléfonos celulares, los denunció públicamente y sugirió que necesitan aprender algo de disciplina de cuartel", escribe el editor Paul Laity en el último número de la revista National Geographic. No les perdonó que le quitaran el codiciado sabor de la gloria.





Hidalgo, David. Pecados capitales del fútbol. En El Comercio (Lima-Perú), 09.06.2006


Imagen: poesias.cl