sábado, 29 de marzo de 2014

Josué 5

La circuncisión de los hebreos en Guilgal

En aquel tiempo dijo Yahveh a Josué: "Hazte cuchillos de pedernal y vuelve a circuncidar (por segunda vez) a los israelitas." Josué se hizo cuchillos de pedernal y circuncidó a los israelitas en el Collado de los Prepucios.



Por este motivo hizo Josué esta circuncisión: toda la población masculina salida de Egipto, los útiles para la guerra, había muerto en el desierto, por el camino, después de la salida de Egipto. Estaba circuncidada toda la población que había salido, pero el pueblo nacido en el desierto, de camino, después de la salida de Egipto, no había sido circuncidado. Porque durante cuarenta años anduvieron los israelitas por el desierto, hasta que pereció toda la nación, los hombres salidos de Egipto útiles para la guerra. No obedecieron a la voz de Yahveh y Yahveh les juró que no les dejaría ver la tierra que había prometido a sus padres que nos daría, tierra que mana leche y miel. En su lugar puso a sus hijos y estos son los que Josué circuncidó, porque eran incircuncisos, ya que no los habían circuncidado por el camino. Cuando acabó de circuncidarse toda la gente, se quedaron donde estaban en el campamento hasta que se curaron. Y dijo Yahveh a Josué: "Hoy os he quitado de encima el oprobio de Egipto." Por eso se llamó aquel lugar Guilgal, hasta el día de hoy.
Exodo 22


Violación de una virgen.
Si un hombre seduce a una virgen, no desposada, y se acuesta con ella, le pagará la dote, y la tomará por mujer. Y si el padre de ella no quiere dársela, el seductor pagará el dinero de la dote de las vírgenes.


Leyes morales y religiosas.

A la hechicera no la dejarás con vida.
Todo el que peque con bestia morirá.
Génesis 39
José y la seductora

Tiempo más tarde sucedió que la mujer de su señor se fijó en José y le dijo: "Acuéstate conmigo." Pero él rehusó y dijo a la mujer de su señor: "He aquí que mi señor no me controla nada de lo que hay en su casa, y todo cuanto tiene me lo ha confiado. No es él mayor que yo en esta casa? Y sin embargo, no me ha vedado absolutamente nada más que a ti misma, por cuanto eres su mujer. Cómo entonces voy a hacer este mal tan grande, pecando contra Dios?". Ella insistía en hablar a José día tras día, pero él no accedió a acostarse y estar con ella.

Hasta que cierto día entró él en la casa para hacer su trabajo y coincidió que no había ninguno de casa allí dentro. Entonces ella le asió de la ropa diciéndole: "Acuéstate conmigo." Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió huyendo afuera. Entonces ella, al ver que había dejado la ropa en su mano, huyó también afuera y gritó a los de su casa diciéndoles: -!Mirad! Nos ha traído un hebreo para que se burle de nosotros. Ha venido a mí para acostarse conmigo, pero yo he gritado, y al oírme levantar la voz y gritar, ha dejado su vestido a mi lado y ha salido huyendo afuera."


Ella depositó junto a sí el vestido de él, hasta que vino su señor a casa, y le repitió esto mismo: "Ha entrado a mí ese siervo hebreo que tú nos trajiste, para abusar de mí; pero yo he levantado la voz y he gritado, y entonces ha dejado su ropa junto a mí y ha huido afuera." Al oír su señor las palabras que acababa de decirle su mujer: -"Esto ha hecho conmigo tu siervo" -se encolerizó. Y el señor de José le prendió y le puso en la cárcel, en el sitio donde estaban los detenidos del rey.