sábado, 18 de agosto de 2007


El país de la vida eterna y feliz

"El Sol era Ra, el principal dios egipcio; Ra poseía dos embarcaciones, una para su viaje diurno a través de los aires y la otra para su travesía nocturna sobre las aguas. Las estrellas estaban pintadas o claveteadas sobre la bóveda celeste y se movían como dioses menores; en algunas versiones de la cosmología egipcia, renacían cada noche. En ciertos casos se llevaban a cabo observaciones más precisas del cielo, como por ejemplo las referentes a las estrellas circumpolares (estrellas que nunca descienden por debajo del horizonte), que habían sido designadas por los egipcios como aquellas 'que no conocen la fatiga' o 'aquellas que no conocen la destrucción'. A partir de tales observaciones, se identificaba a los cielos del norte con una región en la que no podía existir la muerte, el país donde se gozaba de una vida eterna feliz".


Kuhn, T. La revolución copernicana.

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