viernes, 30 de diciembre de 2016

Reyes 1

Ahora bien, el rey David se hallaba viejo, avanzado en días; y lo cubrían con prendas de vestir, pero no se calentaba. De modo que sus siervos le dijeron: "Que busquen una muchacha, una virgen, para mi señor el rey, y ella tendrá que atender al rey, para que llegue a ser su enfermera; y tendrá que acostarse en tu seno, y mi señor el rey ciertamente se calentará."


Y ellos se pusieron a buscar una muchacha hermosa por todo el territorio de Israel, y por fin hallaron a Abisag, la sunamita, y entonces la trajeron al rey. Y la muchacha era hermosa en extremo; y llegó a ser la enfermera del rey y siguió atendiéndolo, y el rey mismo no tuvo coito con ella.