viernes, 30 de diciembre de 2016

Samuel 13 (Libro segundo)

Amnón ultraja a su hermana Tamar

Sucedió después que Absalón, hijo de David, tenía una hermana que era hermosa, llamada Tamar, y Amnón, hijo de David, se prendó de ella. Estaba Amnón tan atormentado que se puso enfermo, porque su hermana Tamar era virgen y le parecía difícil a Amnón hacerle algo. Tenía Amnón un amigo llamado Yonadab, hijo de Simá, hermano de David; era Yonadab hombre muy astuto, y le dijo: "¿Qué te sucede, hijo del rey, que de día en día estás más afligido? ¿No me lo vas a descubrir?" Amnón le dijo: "Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón." Yonadab le dijo: "Acuéstate en tu lecho y fingete enfermo y cuando tu padre venga a verte le dices: Que venga, por favor, mi hermana Tamar a darme de comer; que prepare delante de mí algún manjar para que lo vea yo y lo coma de su mano." Y Amnón se acostó fingiéndose enfermo. Entró el rey a verle y Amnón dijo al rey: "Que venga, por favor, mi hermana Tamar y fría delante de mí un par de frituras y yo las comeré de su mano." David envió a decir a Tamar a su casa: "Vete a casa de tu hermano Amnón y prepárale algo de comer." Fue, pues, Tamar a casa de su hermano, que estaba acostado; tomó harina, la amasó, hizo los pasteles y los puso a freír delante de su hermano; tomó la sartén y la vació delante de él, pero él no quiso comer; y dijo Amnón: "Que salgan todos de aquí." Y todos salieron de allí. Entonces Amnón dijo a Tamar: "Tráeme la comida a la alcoba para que coma de tu mano." Tomó Tamar las frituras que había hecho, se las llevó a su hermano Amnón a la alcoba y se las acercó para que comiese, pero él la sujetó y le dijo: "Ven, acuéstate conmigo, hermana mía." Pero ella respondió: "No, hermano mío, no me fuerces, pues no se hace esto en Israel. No cometas esta infamia. ¿A dónde iría yo deshonrada? Y tú serías como un infame en Israel. Habla, te lo suplico, al rey, que no rehusará entregarme a tí." Pero él no quiso escucharla, sino que la sujetó y forzándola se acostó con ella.


Después Amnón la aborreció con tan gran aborrecimiento que fue mayor su aborrecimiento que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: "Levántate y vete. " Ella le dijo: "No, hermano mío, por favor, porque si me echas, este segundo mal es peor que el que me hiciste primero." Pero él no quiso escucharla. Llamó al cirado que el servía y le dijo: "Échame a ésta fuera y cierra la puerta tras ella." (Vestía ella una túnica con mangas, porque así vestían antes las hijas del rey que eran vírgenes.) Su criado la hizo salir fuera y cerró la puerta tras ella.

Tamar puso ceniza sobre su cabeza, rasgó la túnica de manas que llevaba, puso sus manos sobre la cabeza y se iba gritando mientras caminaba. Su hermano Absalón le dijo: "¿Es que tu hermano Amnón ha estado contigo? Ahora calla, hermana mía; es tu hermano. No te preocupes de este asunto." Y Tamar quedó desolada en casa de su hermano Absalón.


Cuando el rey David supo todas estas cosas se irritó en extremo, pero no quiso castigar a su hijo Amnón, al que amaba porque era su primogénito. Absalón no dijo a Amnón ni una palabra, ni buena ni mala, pues odiaba Absalón a Amnón porque había humillado a su hermana Tamar.